martes, 29 de enero de 2013

Dolores


Hace dos años empecé a bailar por aquí, sin importarme si me sabia los pasos, sin importarme cruzarme con los demás.

La vida tiene sus caprichos y me devolvió al escenario de mi primer texto del blog, para celebrar su segundo aniversario, que por cierto desconocía.

Dolor era lo que había en ese escenario hace mas de dos años, esta vez estaba Dolores, una gran dama de 90 años a mi lado, separados por el biombo, sola muy sola, pero sabia muy sabia, lucida muy lucida.

Su sonrisa es angelical, sus palabras demoledoras, su fortaleza ejemplar, su soledad infinita.

El tiempo transcurre a otro ritmo allí, no sabría decir si es más rápido o más lento, es otro ritmo.

El sol y la luna son unas barras fluorescentes que se encienden y se apagan.

Si tienes la suerte de caminar erguido el dolor te deja pensar, sentir, proyectar, idear y sobre todo sonreír a Dolores.

Pasaron muchas ideas para plasmar por aquí, pero estoy cansado de palabrería, hemos llegado a un mundo donde las palabras están siendo enterradas, maltratadas, vejadas…

Ya solo valen los hechos y el único hecho que nos puede salvar de esta deshumanización que estamos sufriendo, es el amor.

Como nadie cree en las palabras, permitirme deciros que sonriáis a Dolores y la beséis.

Gracias Dolores.